Operación limpieza en New Jersey
Robbin Barberan - 13/01/2010 21:12
Cuando la temporada empieza con hasta 18 derrotas consecutivas y al llegar a los 37 partidos ves que sólo has ganado 3, algo hay que hacer si no se quiere batir el menor registro de triunfos a lo largo de una temporada NBA. Y en ello están los Nets.
El pasado martes se anunció el corte de Rafer Alston, que daba el pistoletazo de salida a una serie de pequeñas operaciones con el objetivo de mejorar el rendimiento del equipo a corto plazo sin comprometer la flexibilidad de la que dispone la franquicia a la hora de acometer fichajes en las próximas temporadas. Vayamos por partes.
Alston llegó a los Nets el pasado verano junto a Tony Battie y Courtney Lee desde Orlando, en el traspaso que llevaba a Vince Carter y Ryan Anderson a Florida. Pese a algunas lecturas que hablaban de la renovación en los Nets y del interés en un Lee que había brillado en los Magic -antes de “desaparecer” en las finales, todo sea dicho-, la operación tenía un sentido claro: reducir la carga salarial de un equipo con potencial muy limitado, continuando así la “operación salida” de Jason Kidd y Richard Jefferson en los meses anteriores. Los de van Gundy habían conseguido además añadir en el movimiento a un jugador con salario bajo y capacidad de aportar lanzamiento desde el exterior como “jugador interior”, algo que tan buen resultado les ha dado en los últimos años acompañando a Dwight Howard.
Rafer Alston ha gozado de un cierto protagonismo en el juego del equipo “gracias” a las ausencias de Devin Harris y Keyon Dooling, pero se veía condenado a las últimas plazas del banquillo tras sus reapariciones. Los momentos de brillo -con numerosos altibajos- que ha mostrado a lo largo de su carrera le hacían candidato a abandonar los Nets para jugar minutos en otro equipo, por lo que llegaba a un acuerdo con la franquicia para “rebajar” en casi un millón de dólares su sueldo e intentar una nueva aventura en otro destino. Una vez pasado el periodo de waivers -cuando un jugador es cortado, existe un plazo de 48 horas por el que otra franquicia puede “reclamar” su contrato-, firmaba un contrato hasta final de temporada con Miami Heat, donde inmediatamente lograba el puesto de base titular, condenando al fondo del banquillo a un Carlos Arroyo que había visto garantizado su contrato hasta fn de temporada. Es probable que sea así hasta dentro de un mes, donde la posibilidad de que el joven e irregular Mario Chalmers pueda ser traspasado no debe ser descartada, o simplemente el hecho de que finalmente pierda su sitio en la rotación dado su mal rendimiento a lo largo de este año.
Al mismo tiempo que se cortaba a Alston, se llegaba a un acuerdo con los propios Heat para un traspaso, en el que los de Miami enviaban a Chris Quinn, una cantidad de dinero -algo más de 6000.000$- y una segunda ronda del 2012 a cambio de la segunda ronda de los Nets, pero ésta sólo la recibirán en el caso de que los Nets acaben entre los 10 primeros esta temporada.
Sí, no habéis leído mal, los 10 primeros. Esto es así al no poder hacerse un traspaso “a cambio de nada”, por lo que en muchas ocasiones se ponen estas condiciones sobre una futura elección del draft para “asegurarse” de que no se cumplen. Quinn no contaba en los planes de Miami, por lo que preferían pagarle a los Nets el salario que le quedaba por cobrar al costarles “el doble” por estar por encima de la barrera del impuesto de lujo.
En la práctica, los costes para los Heat son prácticamente idénticos una vez incorporado Alston, que sí será una pieza utilizada en la rotación y esperan puedan aportar un cierto salto de calidad. En los de New Jersey, les dan un jugador de rotación “gratis” y una futura segunda ronda, así que el riesgo es nulo independientemente del rendimiento que pueda dar Quinn.
Tras este cambalache de bases, el siguiente paso era un nuevo traspaso, en esta ocasión con Dallas Mavericks. Enviaban a Texas a Eduardo Nájera a cambio de Shawne Williams y Kris Humphries, al tiempo que decidían cortar a Sean Williams.
Nájera es un vejo conocido en los Mavs, donde se dio a conocer en la NBA por su intensidad y capacidad de rebote hace ya unos años, dentro de ese juego interior de campanillas que rodeaba a Steve Nash y Dirk Nowitzki a las órdenes de Don Nelson, con Wang Zhi-Zhi, Shawn Bradley, Juwan Howard…, y luego se dice que Dampier fue un pufo de fichaje, Qué cosas.
Pero no nos vayamos por las ramas y volvamos a Nájera. Fichado por los Nets en el 2008 por 4 temporadas y unos 12 millones de dólares, se esperaba que diese empaque a la defensa interior y aportase un plus de agresividad en la pista y veteranía en el vestuario. Sin embargo, las lesiones han sido una constante desde su llegada, habiendo jugado apenas 40 partidos y un total de 513 minutos. Ni siquiera pudo jugar con su selección el pasado verano, y es probable que en los Mavs tampoco disponga de minutos. Los 2 últimos años de su contrato no están totalmente garantizados hasta el final de este curso, aunque cobraría cerca de 5 millones de dólares si decidiesen cortarlo en ese momento. El mexicano se mostraba muy contento en su llegada a Dallas:
Creo que soy el típico jugador que puede rendir en equipos ganadores. Los Nets necesitaban ahora mismo gente capaz de crear en el uno contra uno, y está claro que no soy de ese tipo, sino el clásico que sabe mantener la boca cerrada, tener una buena actitud cuando está en condiciones de jugar y ayudar a ganar partidos.
Kris Humphries es la principal motivación del traspaso. Un jugador muy intenso, capaz de aportar con consistencia en muchos momentos, aunque le ha faltado algo de regularidad y quizás un mayor peso para lograr minutos por los equipos donde ha pasado (Jazz y Raptors). 5’2 puntos y 3’8 rebotes en 12’6 minutos de promedio son sus números en los 25 partidos disputados con los Mavs este año. Desde los Nets esperan que sea una pieza importante en la rotación prácticamente desde su llegada. Como han dejado caer algunos responsables de la franquicia, quieren “gente con hambre y ganas de jugar”, para poder dar un giro a los malos resultados que han tenido hasta el momento.
Junto a Humpries llega desde Dallas Shawne Williams, un jugador con múltiples problemas extradeportivos y que fue apartado de la plantilla al principio de temporada, a la espera de un traspaso que pudiese llevarle a un nuevo destino. Pese a que en las primeras horas se especuló con la posibilidad de que los Nets le diesen la baja, finalmente permanecerá en el equipo. Por lo tanto, necesitaban los Nets crear un espacio en el roster para no sobrepasar el tope de 15 fichas, y decidieron dar la baja a Sean Williams, también protagonista de algunos incidentes y que nunca llegó a lograr encajar en los Nets pese a ser elegido en el puesto 17 del draft (al igual que Shawne por los Pacers un año antes). Su enorme capacidad de intimidación y salto ya veremos si vuelven a tener otra oportunidad en la liga, o cuándo.
Por parte de los Mavs, la motivación del traspaso era principalmente económica. Aunque en la práctica forme parte del mismo traspaso, se ha tratado en realidad de 2 operaciones diferentes: Nájera por Humphries y Wiliams por una excepción salarial que poseían los Nets.Con este movimiento, reducen en cerca de 5 millones sus costes para esta temporada, puesto que los salarios de Nájera y Humphries son muy similares (sobre 3 millones de dólares) y se deshacen del contrato de Williams (casi 2 millones y medio).
Al estar por encima de la barrera del impuesto de lujo, este gasto extra “cuesta el doble” en la práctica para los Mavs; los Nets no están por encima de ese tope así que el aumento no es tan drástico. Por otro lado, Humphries tiene una opción para continuar vinculado un año más y Nájera tiene esas 2 temporadas siguientes garantizadas casi en su totalidad, mientras Shawne Williams acaba a final de curso.
Como decimos, los Nets están intentando por todos los medios superar el registro de sólo 9 victorias que tienen los Sixers de 1973 como peor marca de victorias de todos los tiempos, y casi cualquier jugador de su plantilla podría ser traspasado, aunque Brook Lopez parece difícil que vaya a moverse y otros jugadores como Devin Harris, Courtney Lee, Yi Jianlian, Terrence Williams o Chris Douglas-Roberts sólo lo harían por una muy buena oferta. Sin embargo, los Bobby Simmons, Treson Hassell, Josh Boone o Jarvis Hayes que están en su último año de contrato podrían ser movidos o cortados antes del fin del curso, algo que también podría suceder con Keyon Dooling.
Y es que nos encontramos con una situación particular, la de una franquicia en venta y que planeaba pujar en el mercado del verano por los principales agentes libres, pero que podría obtener el peor registro de todos los tiempos. Frank ya cayó, Vandeweghe cogió su puesto en el banquillo desde el despacho, y necesitan cambiar urgentemente la situación. Más pronto que tarde.
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