Clippers, cuando la ilusión no parece suficiente
Robbin Barberan - 13/11/2010 13:18
Cuando hace un año la temporada de los Clippers parecía casi acabada en el inicio al conocerse la grave lesión de Blake Griffin, en ésta nos encontrábamos de nuevo con visiones optimistas (hasta el punto de que algunos llegaron a considerar que tenían opciones de llevarse a LeBron en verano) ante el impacto de su estelar rookie. Por desgracia para la franquicia de Sterling, las cosas parecen bastante más complicadas y el principio del curso lleva a pensar en la posibilidad de un año sin excesivas alegrías.
Tras la lesión de Griffin, llegaron los ajustes salariales de febrero tan habituales en las franquicias sin posibilidades de alcanzar los Playoffs, momento en que se decía adiós a la etapa de Marcus Camby en la franquicia y se esperaba con calma al curso posterior.
La combinación de veteranos y jóvenes promesas al alcance de Del Negro tienen en Griffin sobre quien depositar las miradas, mas la fuerza y capacidad de salto de éste no deben hacernos olvidar que resulta un jugador recién llegado a la liga y que no está rodeado de una plantilla “de campanillas”. Desde un Baron Davis muy lejos de su plenitud a un Kaman resultón pero lejos de ser una estrella y pasando por el anotador Gordon, tenemos a un conjunto con banquillo sin alardes, un entrenador con escaso bagaje y una espectacular capacidad de tener lesiones en sus jugadores. Como no podía ser de otra forma -claro, son los Clippers-, varios jugadores han caído lesionados en los primeros compases del curso. La espalda de Gordon y el tobillo de Kaman siguen la senda abierta por Davis y Foye.
Por no meternos en las más que criticables decisiones que suelen rodear al propietario del cotarro, un Donald Sterling convertido poco menos que en “enemigo público” por los seguidores de la NBA. ¿Ilusión? Salvo que el impacto de Griffin sea espectacular y prácticamente inmediato, la verdad es que resulta difícil apostar por ellos más allá de alguna racha puntual. Casi podríamos decir que éste ha sido su destino salvo el impás del 2006.
De Baron Davis solemos oír siempre lo mismo: “si se centra…” Quizás vaya siendo hora de pensar que el nivel real de Davis es el que nos suele mostrar en estos últimos años, en paulatino descenso por culpa de los problemas físicos y la falta de explosividad propia de la edad. Con tendencia al juego individual, son cada vez mayores sus problemas para el desborde, lo que le llevan a algunos tiros forzados y fuera de posición. Si hace unos años formaba parte sin duda de la élite en su posición, ahora mismo probablemente sea más justo pensar que es uno de los bases titulares de menor nivel, pese a ser probable que pueda encadenar dos o tres partidos de nivel que lleguen a ilusionar y ya sin ser un factor determinante en defensa como hace años.
El debutante Eric Bledsoe ha debido tener mayor protagonismo del esperado en el inicio por las ausencias de Davis y Foye. Jugador que puede alternar las posiciones de base y escolta (en esta posición jugó la mayor parte del tiempo el curso pasado), es un jugador muy explosivo. Difícil saber cuál va a ser su tiempo de juego una vez se incorporen los lesionados.
Fichado este verano, Randy Foye debería terminar siendo el primer recambio para las posiciones de base y escolta. El breve paso por Washington -tras ser traspasado en el intercambio por el que los Wolves lograron a Ricky- resultó frustrante, dejando de lado alguno de los buenos momentos que mostró en Minnesota. Se espera que dé consistencia a lo rotación exterior, gracias a su facilidad de anotación y versatilidad.
Gran tirador con facilidad para el desborde y un juego enfocado a la anotación, Eric Gordon vio cómo sus virtudes le llevaron a competir en el Mundobasket con el equipo estadounidense, sirviendo en ocasiones como “desatascador” debido a sus virtudes en el tiro. Si bien puede en ocasiones ser castigado en defensa por un físico poco potente y no excesiva estatura, en forma resulta toda una pesadilla para el rival, puesto que es capaz de llevar todo el peso ofensivo de su equipo con la clásica “anotación de rachas”.
Al-Farouq Aminu fue la apuesta de los Clippers en el pasado draft. Con la irregularidad propia de la juventud, luchará por establecerse en la rotación e incluso tiene la posibilidad de asentarse como “tres” titular según avance el curso, junto a la opción de ser usado como “cuatro” en configuraciones más versátiles y atléticas.
Ryan Gomes ha sido uno de los titulares “fijos” hasta el momento. Tras desarrollar toda su carrera en Boston y Minnesota, fue fichado este verano para afianzar la rotación en el perímetro. Con buenas rachas de anotación, debe mejorar unos porcentajes hasta ahora muy flojos en los primeros partidos.
Rasual Butler es ya un veterano en la liga, habiendo destacado a lo largo de su carrera por el lanzamiento exterior. Las lesiones del conjunto han aumentado sus minutos, pero podría perder protagonismo según avance la temporada.
Blake Griffin es la gran esperanza. En los primeros partidos Del Negro ha querido rebajar la presión sobre el jugador, sin ser el foco de su equipo en el estático y pasando a un papel más secundario. Una potencia descomunal y una gran capacidad de salto harán que sea uno de los protagonistas de la temporada en los resúmenes de las jugadas más espectaculares, con tapones y mates. Su facilidad para el rebote contrasta con lo que hasta ahora han sido notables carencias en defensa que debe mejorar. Su progresión marcará en gran parte el curso de su equipo.
Pocas cosas se pueden decir de Chris Kaman que no conozcamos ya. Grandes virtudes en la anotación y apoyo en el rebote, es capaz de aportar también en la faceta defensiva con intensidad, aunque peque quizás de falta de explosividad y consistencia. Su inicio de curso no ha sido bueno y el parón de 3 semanas por culpa de su tobillo no ayuda.
DeAndre Jordan representa el clásico ejemplo de eterna promesa. Unas excepcionales cualidades físicas contrastan con carencias técnicas que lastran su capacidad de anotación. Pese a algunas pinceladas en partidos concretos, cada vez resulta más difícil ver en él algo más que el habitual pívot suplente que aporta centímetros e intimidación, y sus porcentajes de tiro deben ser relativizados al efectuar casi la totalidad de sus tiros en las cercanías del aro y generalmente en continuaciones.
Un caso extraño es el de Craig Smith, con números que dan en ocasiones la imagen de un jugador que podría alcanzar un nivel superior. Sin ser excesivamente explosivo, sí logra aportar en varias facetas del juego, pero carece de regularidad y no tiene virtudes que le hagan destacar por encima del resto.
En las profundidades de la plantilla nos encontramos a Willie Warren, Brian Cook y Jarron Collins, siendo quizás este último el caso más curioso, titular con los Suns en su eliminatoria ante San Antonio hace unos meses al preferir Gentry la salida de Frye desde el banquillo, pero dejando claras sus limitaciones en las oportunidades que ha tenido.
Llega Vinny del Negro a los Clippers en una situación curiosa. Si su debut en la liga llegó en las filas de los Bulls, siendo junto a Dwayne Casey el favorito para hacerse con el puesto según los medios tras terminar D’Antoni en los Knicks, y de nuevo la prensa colocó a Del Negro y Casey como “las opciones finales” a la hora de decidir el nuevo entrenador de los Clippers. La trayectoria de del Negro en Chicago presenta luces y sombras, logrando la unión del vestuario pero unos resultados algo por debajo de lo esperado, incluso con la posibilidad de un cese en los inicios de la temporada pasada tras una mala racha de resultados. Labor difícil la que tendrá en L.A. acoplando a las jóvenes estrellas y con veteranos consolidados acostumbrados a tener protagonismo, reflejada ya en sus comentarios tras los primeros partidos, quejándose de una “falta de identidad” en su equipo y problemas defensivos. Algo que quizás sea una tónica a lo largo del curso, por otro lado.
Pese a disponer de espacio salarial, estuvieron lejos de poder optar por las principales estrellas del mercado y apostaron por jugadores con los que reforzar la rotación al adquirir a Foye y Gomes o renovar a Butler, buscando lograr una plantilla completa. Según cómo responda el equipo en los primeros meses de competición y teniendo en cuenta la querencia de Donald Sterling por reducir costes, no sería descartable la opción de que Davis o incluso Kaman pudiesen ser traspasados, aunque el contrato del base parece de poco interés para otras franquicias y el pívot “alemán” deba ser considerado un fijo. Con una situación salarial saneada y jóvenes prometedores, quizás lo más sensato sea pensar en un año de transición.
En cierto modo, es la historia de los Clippers. Una y otra vez.
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