0

Impresionante puesta en escena de los Raptors

Robbin Barberan - 29/10/2009 10:50

Toronto Raptors comenzaba anoche su decimoquinta andadura en la NBA. La franquicia de Canadá, además, afronta esta temporada como un gran reto, diríase que a vida o muerte, para consolidar un proyecto que ha venido dando tumbos durante los últimos años.

Como repasamos en FIVE mediante las tres entregas de “Los Nuevos Raptors”, la franquicia ha afrontado una gran reconstrucción, manteniendo el eje Calderón-Bosh-Bargnani, pero incorporando hasta nueve jugadores nuevos. Todo para que el proyecto Colangelo viva por fin una temporada brillante. Y para que Bosh pueda llegar a pensar en quedarse en Toronto cuando acabe su contrato.

Calderón recibe el trofeo de mejor lanzador de tiros libres (Photo by Ron Turenne/NBAE via Getty Images)

Calderón recibe el trofeo de mejor lanzador de tiros libres (Photo by Ron Turenne/NBAE via Getty Images)

Pues bien, la puesta en escena de estos remozados Raptors en la temporada 2009-10 no pudo haber sido mejor. Ante los Cleveland Cavaliers todo comenzó, como cantarían los Beach Boys, con good vibrations. La presentación de la 15ª temporada de los Raptors en la NBA fue simplemente brillante. Al más puro estilo norteamericano, la filarmónica de Toronto, acompañada de un grupo coral, puso la música en directo mientras los habituales juegos de luces eran acompañados por impactantes escenas de los Bosh, Calderón, Bargnani en el videomarcador.

Con la imponente música de la orquesta resonando en el pabellón, el speaker iba presentando a los miembros de la plantilla de los Raptors, para seguir con el cuerpo técnico, y acabar con la introducción, uno a uno, de los componentes del quinteto titular. Demar DeRozan, Hedo Turkoglu, Andrea Bargnani y, sobre todo, Calderón y Bosh, se llevaron estruendosas ovaciones de un público más ruidoso que nunca.

Sin duda, si algo diferencia de verdad el baloncesto NBA del baloncesto FIBA es esto: el espectáculo, el show. Vivir esos momentos en un pabellón abarrotado, con miles de fans uniformados con los colores del equipo local, imbuidos en la impresionante combinación de luz, sonido e imágenes con la que fueron presentados los Toronto Raptors en el primer partido de su decimoquinta temporada en la NBA es, realmente, contemplar un magnífico espectáculo.

Para redondear el bombardeo de estímulos positivos para los locales, José Manuel Calderón recibió el premio como Campeón de Tiros Libres (jugador con mejor estadística desde la línea de personal) de la temporada 2008-09.

La victoria ante los Cavs completó la fiesta

Después del show, evidentemente, había un partido. Nada de lo anterior trasciende si el resultado no es favorable. Los Raptors ganaron a unos Cavaliers que han empezado la temporada como ausentes de si mismos, sin saber todavía cuál va a ser su estilo ni cómo encajar las piezas nuevas del puzzle deshecho que es ahora mismo su plantilla. En los de Toronto, Bargnani hizo un partido de los que se puede esperar de un número uno del draft, con 21 puntos en 19 minutos de juego durante la primera parte para acabar con 28, haciendo gala de la versatilidad que atesoran sus siete pies.

Calderón celebra la última jugada del partido y levanta al público de sus asientos (Photo by Ron Turenne/NBAE via Getty Images)

Calderón celebra la última jugada del partido y levanta al público de sus asientos (Photo by Ron Turenne/NBAE via Getty Images)

Además, Belinelli se unió a la fiesta italiana en esa primera mitad, culimando su buena actuación con un mate “in traffic” que levantó de sus asientos a los muchos fans italianos presentes en las gradas. Aún así, Cleveland reaccionó en el tercer cuarto, llegando a empatar un partido que perdía por hasta de 20 puntos. no obstante, Turkoglu, Bosh, y un buen papel en la dirección de Calderón -aunque no en la anotación- reconducían la situación y la victoria se quedaba en casa.

La fiesta terminó con un robo de balón de los Raptors que propició un contraataque en solitario de José Manuel Calderón. El base extremeño se aproximó a toda velocidad a canasta y, de repente, se detuvo. El defensor que le perseguía se echó encima de él, y Calde logró el 2+1. Tras caer al suelo, golpeado por el rival, el base de los Raptors se levantó eufórico, lanzando los puños al aire y jaleando a una afición que se había puesto en pie para celebrar la jugada.

Pero, ¿por qué tanto júbilo por una simple canasta con el partido ya decidido? Muy sencillo, el defensor que corría tras Calderón no era otro que LeBron James. El MVP cogía velocidad agazapado tras Calderón para colocar uno de esos soberbios tapones que casi revientan el balón contra el tablero, con saltos descomunales que hunden en la miseria al atrevido jugador rival que no se percata de la llegada de la locomotora James por detrás. Pero Calderón lo vio venir, evitó el tapón, anotó la canasta y consiguió sacar la falta. El público se volvio loco mientras James contemplaba con cara de resignación como le habían tendido una trampa. El cazador, cazado. La fiesta estaba completa.

Etiquetas: , , , ,

Déjanos tu opinión

Debes acceder para dejar un comentario.