Prisioneros de las circunstancias: Troy Murphy y Richard Hamilton
Robbin Barberan - 24/01/2011 13:12
El culebrón digno de cualquier serial televisivo en el que se ha convertido el hipotético traspaso de Carmelo Anthony lleva camino de dejar más cadáveres que otra cosa, en una interminable sucesión de rumores, filtraciones y reacciones en cadena ante los que resulta complicado mantenerse indiferente. El tiempo suele ser quien determina cuáles son los ganadores y los perdedores tras una negociación mas, en este caso, dos jugadores pueden ser ya considerados como daños colaterales. Cada uno con sus circunstancias, y antes incluso de conocer el final del culebrón.
Una gran capacidad para el rebote y su acierto en el lanzamiento exterior han marcado la carrera en la NBA del zurdo Troy Murphy. Elegido en el draft por los Warriors, allí logró una ampliación de contrato por casi 60 millones de dólares en 6 temporadas, siendo éste su último año. Sin embargo, sus limitaciones en otros aspectos del juego -desde una defensa de escaso nivel hasta un físico poco explosivo- han terminado siendo un peso excesivo para sus características, por lo que fue perdiendo influencia en sus equipos a lo largo del tiempo y destacando casi en exclusiva por sus dos principales virtudes.
Su traspaso junto a Dunleavy a los Pacers a cambio de Stephen Jackson y Al Harrington (además de otras “piezas menores” involucradas como Diogu o hasta Jasikevicius) fue una de las claves del breve despertar en la franquicia de la Bahía allá por 2007. En Indiana, Murphy llegó a lograr una de las más curiosas estadísticas que se han podido ver en los últimos años de la liga, puesto que en el curso 2008-09 fue uno de los mejores del campeonato tanto en triples acertados como en porcentaje desde más allá de la línea de 3, pero con todas y cada una de sus canastas triples (hasta 161, con un gran 45% de acierto) llegadas tras asistencia, lo que remarca esos puntos fuertes y débiles de su juego ofensivo, tremendamente efectivo cuando logra una ventaja para armar su tiro y con más problemas a la hora de crearse sus propios lanzamientos, tanto en la pintura como desde el exterior.
Otro nuevo traspaso a los Nets este verano -dentro de un movimiento a 4 bandas- podía parecer una especie de última oportunidad para el nativo de New Jersey, pero las tempranas ilusiones pronto se transformaron en oscuros nubarrones.
Pese a su muy gris temporada, Brook Lopez es el principal referente en la pintura de los Nets, por juventud y capacidad ofensiva. Compartiendo además alguno de los puntos débiles de Murphy, Avery Johnson ha preferido apostar durante gran parte del curso por Humphries -mucho más activo y comprometido en defensa pese a otras carencias- para completar la rotación interior. Además, el jugador más joven de la NBA en la actualidad, Derrick Favors, ha ido incrementando sus minutos de juego según avanzaba la temporada hasta tomar la posición de titular, lo que ponía a Murphy “contra las cuerdas” pese a los muy malos resultados de los Nets -aunque no tanto como los del pasado curso
Empezar el curso con problemas en la espalda tampoco benefició a Murphy, el contrato más caro de la plantilla de los Nets, ni las “acusaciones” por parte de Johnson de estar fuera de forma.
En definitiva, entre unas cosas y otras, era lógico que su nombre apareciese como pieza de intercambio cuando surgieron los primeros rumores del hipotético traspaso de Carmelo Anthony a New Jersey. Cuando más fuerza cobraron los rumores sobre una posible operación a 3 bandas, a Murphy le llegó “la puntilla”. El responsable de operaciones de los Nets, Billy King, comunicó al jugador que su nombre aparecía en el posible intercambio, y ni siquiera el anuncio por parte del propietario Prokhorov de que los Nets renunciaban a llegar a un acuerdo con Denver mejoraba la situación de Troy.
En la actualidad, está apartado del equipo y los Nets buscan un posible traspaso para Murphy, sin ser descartable que, en caso de no lograrlo, pudiera ser cortado tras finalizar el trade deadline y fichar por un nuevo conjunto, de forma similar a lo sucedido con Stojakovic.
A Murphy le gustaría poder estar en un aspirante al anillo, algo que cambiaría una curiosa estadística que juega en su contra: es el jugador de la liga que más partidos ha disputado (639) sin llegar jamás a jugar partidos de Playoffs.
Similar a la de Murphy es la situación de Richard ‘Rip’ Hamilton, también en la encrucijada.
Hamilton es protagonista de muchas imágenes representativas de la NBA en la última década, con sus carretones por la línea de fondo y la perfecta búsqueda del bloqueo para los lanzamientos de 4 o 5 metros. El paso del tiempo no suele perdonar, y ‘Rip’ ha perdido peso dentro de unos Pistons en busca de una nueva identidad.
Si el traspaso de Iverson a finales de 2008 intentaba revitalizar a la franquicia de Michigan, olvidados ya los años de ilusión con el anillo, y el hecho de disponer de espacio salarial en el verano del 2009 no supuso el punto de partida deseado para un futuro prometedor. Sin grandes estrellas en el mercado, Dumars apostó por Charlie Villanueva y Ben Gordon, quienes han estado lejos de dar el resultado esperado mientras los Pistons se hundían en las últimas posiciones de la clasificación al mismo tiempo que la puesta en venta de la franquicia tras el fallecimiento del propietario Bill Davidson multiplicaba la dificultad de encontrar soluciones.
Con un contrato de 12 millones y medio de dólares que termina en 2013 y a punto de cumplir 33 años, Hamilton resulta actualmente un lujo que los Pistons no pueden permitirse, tanto por los resultados como por una aportación en cancha que ha ido bajando de forma paulatina, con porcentajes de tiro que apenas superan el 40% y un nivel defensivo por debajo de la media.
El hecho de disponer en plantilla con los Stuckey, Gordon, Bynum o hasta McGrady en las posiciones que ocupa Hamilton hacía aún más prescindible su presencia, lo que hacía que tuviese sentido el posible traspaso a cambio de Troy Murphy en el movimiento que involucraba a Carmelo Anthony.
Llegados al momento en el que el traspaso parecía “inminente”, los Pistons decidieron sacar de la rotación a Hamilton para evitar una posible lesión que diese al traste con la operación. Cuando Prokhorov anunció el fin de las negociaciones mientras desde Denver no se lanzaban a dar el “sí” definitivo, para Hamilton los planes cambiaban.
Y es que de la posible ilusión por formar parte de un conjunto pensado para aumentar notablemente el número de victorias se pasaba a que los Pistons parecían haber jugado mejor en su ausencia, lo que ha llevado a que perdiese el lugar en la rotación y lleve ya 7 partidos sin saltar a la cancha, ocupando los últimos puestos del banquillo y sin que la situación tenga visos de cambio.
Daños colaterales o prisioneros de las circunstancias, Murphy y Hamilton probablemente desearían que los rumores sobre Carmelo Anthony jamás hubiesen tenido tanto alcance.
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