Kobe Bryant mete a Los Angeles Lakers en la Final: Así lo celebraron
Robbin Barberan - 30/05/2010 10:32
Ya tenemos final. Los Angeles Lakers han tardado solamente 24 horas en seguir los pasos de los Boston Celtics para garantizar la reedición de las finales de 2008. Se verán las caras los dos últimos campeones de la NBA a partir del próximo jueves.
Esta vez sí, el favorito ha ganado su Conferencia. Pese a que las últimas semanas de temporada regular habían sido algo desalentadoras para los de Phil Jackson, pocos se atrevían a apostar por una alternativa a los Lakers en el Oeste. Así como los Celtics se han impuesto a dos equipos como Magic y Cavs y, con ello, a la mayoría de pronósticos sobre quién sería el finalista en el Este, los Lakers despertaron de su mal sueño justo a tiempo, tras caer en el cuarto partido de la primera eliminatoria en Oklahoma City.
Y es que estos Lakers entraron en Playoffs con la misma apatía con la que habían dejado la temporada regular. Jugaron con fuego ante los jóvenes y voluntariosos Thunder durante cuatro partidos, hasta que en el quinto se pusieron las pilas. A partir de entonces, han sido los mejores.
Al menos en el Oeste. Se impusieron con rotundidad por 4-0 a los Utah Jazz, con un Pau Gasol soberbio, superior a todo el juego interior de los de Sloan, y eje sobre el que giraba el ataque Laker. Así, se plantaron en la final para disputarla ante unos Suns que no contaban tampoco para casi nadie, pero que habían derrotado a los temibles Spurs. Más temibles por haber sido partícipes del hara-kiri que se realizaron los Mavs que por sensaciones reales de superioridad. Phoenix Suns estaba siendo posiblemente el mejor equipo de la NBA desde el All Star, pero seguían sin contar para casi nadie.
Las finales del Oeste se han compuesto a base de partidos frenéticos, en los que las altas anotaciones y un juego rápido a la vez que efectivo han proporcionado buenas dosis de espectáculo. Tras imponerse claramente en los dos primeros partidos en Los Angeles, parecía claro que los Lakers iban a ser los vencedores. Pero la zona de Gentry, el banquillo de los Suns, los supuestos problemas físicos de Bynum y la merma del papel protagonista que había estado teniendo Pau Gasol hasta la fecha, dieron fruto. La eliminatoria quedaba empatada a dos.
Los Lakers necesitaban algo más. No era suficiente con las exhibiciones de Kobe Bryant -que no ha bajado de 30 puntos más que en un partido de los últimos once-, la sobriedad de Gasol o el buen papel de Odom desde el banquillo. Hacía falta más. El quinto partido en Los Angeles fue clave. Derek Fisher aportó ese plus que ayudó a los de Jackson a ser efectivos desde fuera, y Ron Artest metió la canasta más importante de su vida. Una canasta que decidió la eliminatoria. En el sexto, el propio Artest contribuyó enormente desde el perímetro para ayudar a Kobe Bryant a destrozar la defensa planteada por los Suns.
De no ser porque Sasha Vujacic tenía que saldar sus cuentas pendientes con su compatriota -pero no amigo- Goran Dragic, el partido habría acabado antes. Pero los Suns volvieron al partido… justo a tiempo para que la rabia contenida de Kobe contra su compañero, otrora llamado “La Máquina” -je-, explotara en forma de exhibición final:
“Siempre pensé que es el mejor jugador de baloncesto”
No le quedaba otra a todo un caballero como Alvin Gentry que reconocer lo evidente: Kobe Bryant es el mejor. Aunque, como apunta Jalen Rose en su Twitter, LeBron James y Steve Nash sumen cuatro MVPs y él sólo uno, ahora es cuando Kobe va a luchar por su quinto anillo; y, mientras sus rivales lo verán desde casa, Bryant ya celebra el pase a las finales. Los Celtics, entre ceja y ceja. Toca revancha.
Etiquetas: Kobe Bryant, Los Angeles Lakers, Pau Gasol, Phoenix Suns