Isiah & Magic, del amor al odio
Robbin Barberan - 23/10/2009 12:04
Todos los que empezamos a seguir la NBA a finales de los 80 tenemos en mente una preciosa imagen que abría las finales entre Lakers y Pistons: el beso entre dos amigos del alma, Earvin Johnson y Isiah Thomas, reflejo de que el deporte y la competitividad no tienen por qué que estar reñidos con el cariño, aprecio y respeto.
Qué lejos quedan algunos recuerdos.
Aunque probablemente a estas horas ya sepáis los detalles de lo ocurrido, dado que protagoniza portadas en todo el planeta, hagamos un breve resumen:
Jackie MacMullan es una periodista estadounidense que lleva a cabo un importante proyecto, un libro en el que reflejar la carrera y rivalidad de dos de las principales figuras de la NBA a lo largo de su historia, básicos para entender la explosión en los 80 en cuanto a tirón mediático.
Dado que en la promoción del libro se insiste en el matiz de la rivalidad, eran lógicas las referencias a un jugador que acabó con el dominio de Celtics y Lakers: Isiah Thomas, el líder de los Pistons, una sonrisa irresistible y una conducta no tan ejemplar en cancha, cuya imagen se ha visto disminuir de forma imparable en los últimos años, desde su fallido intento de salvar la CBA, su paso por los Raptors o el pésimo final de su etapa al mando de los New York Knicks, tanto en los despachos como en el banquillo, con visitas a los tribunales incluidas y lo que algunos determinaron como un intento de suicidio.
Una bajada a los infiernos en pura regla.
Mas en el día de ayer sonaban todas las alarmas tras el artículo que Ian Thomsen publicaba en la web de Sports Illustrated, recogiendo las críticas de Isiah a los comentarios realizados sobre su figura en el libro.
Se mostraba Thomas especialmente dolido con algunas de las declaraciones de Johnson, desde las insinuaciones sobre que había sido el principal valedor de Isiah para que los Knicks le contratasen, hasta todo lo sucedido cuando Magic anunció al mundo que era portador del virus VIH en 1991 -lo que provocó su retirada de las canchas-, pasando por el famoso veto a la presencia de Thomas en el Dream Team de Barcelona.
El enfado de Isiah alcanzaba todas estas cuestiones, explicando que su hermano había fallecido por causa del SIDA, por lo que negaba haber dejado caer rumores sobre la sexualidad de Johnson y declaraba haber sido una de las personas que más fuerza hicieron para que Magic pudiese estar en el All Star; negando también que fuese responsable de que una posible conspiración para que Jordan no recibiese balones en el All Star de su debut, jugado en Indiana; e incluso llamando hipócrita a Johnson por considerar que su opinión tuvo un peso importante a la hora de que los Knicks contratasen como máximo responsable de operaciones a Johnson.
Dicen que el tiempo cura las heridas, a veces parece que también las crea o magnifica.
Quizás lo mejor sea quedarnos con algunas de las imágenes que tanto han hecho por el mundo del baloncesto y dejar ya todas estas cuestiones extradeportivas, más dignas de la prensa del corazón. Que así sea.
Etiquetas: Isiah Thomas, Magic Johnson