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¿Rotar a las estrellas? Quizás no tanto…

Robbin Barberan - 06/10/2009 05:08

Es algo habitual el que las declaraciones del cuerpo técnico de un equipo se dediquen a lugares comunes, sin mojarse demasiado y siguiendo un guión preestablecido. Afortunadamente para los que somos devoradores de información, no siempre es así.

Robert Lee recoge unas muy interesantes declaraciones del entrenador de los Boston Celtics, Glen ‘Doc’ Rivers, en las que apunta varias de las posibles claves de su equipo para el próximo curso, con varias reflexiones.

Glenn 'Doc' Rivers (Noah Graham/NBAE via Getty Images)

Glenn 'Doc' Rivers reflexiona sobre el nuevo curso (Noah Graham/NBAE via Getty Images)

Centrémonos en primer lugar en las rotaciones del equipo. Frente a un más que predecible quinteto titular, son mayores las dudas sobre la utilización de sus principales adquisiciones en el mercado de verano, Rasheed Wallace y  Marquis Daniels.

Lejos de preocupar cómo se adapta al rol de suplente Wallace, las alternativas con su presencia son varias.

Rasheed estará en cancha durante el último cuarto, tal y como sucedía con James Posey en su momento. La diferencia en aquel momento era que poníamos en cancha un equipo bajito, y los tres [Ray Allen, Paul Pierce y Posey] debían alternarse en la defensa del “4” rival, pero ahora podremos usar a Wallace de “3” . Los rivales deberán pensar cómo defendernos, puesto que Rasheed puede llevar al postre a un defensor más bajo o salirse al exterior para tirar si le defiende un “5”.

Siendo evidente que en muchos momentos el baloncesto se convierte en una batalla continuada de desequilibrios en los que se intenta castigar las debilidades del rival, resultará interesante también observar cómo resuelve Rivers los posibles desequilibrios en su propia zona, ante atacantes que pueden conseguir desbordar a través de la velocidad a ese hipotético triple poste verde.

¿Hasta qué punto tiene esa opción más pros que contras? Kendrick Perkins es uno de los mejores defensores en individual para hombres altos en la actual NBA, mientras la versión prelesión de Kevin Garnett suponía el verdadero punto diferencial en la defensa de los de Massachusetts. Además de las lógicas dudas sobre cómo se recuperará Garnett de su grave lesión ya a sus 33 años, Rasheed Wallace ha dejado muestras en las últimas temporadas de haber perdido un punto de velocidad, lo que le ha llevado a una merma notable de su capacidad defensiva, por no hablar de lo lejano que queda en el tiempo su polivalencia en los Blazers durante sus primeros años en la liga. Junto a Ben Wallace y Tayshaun Prince, consiguió formar uno de los mejores frontcourts defensivos en la historia de la liga, combinando las virtudes de la defensa de ayudas y el marcaje individual.

Mas, sin querer condenar al olvido a Sheed, esos tiempos parecen ya lejanos y su aportación tiene una repercusión notablemente inferior, pese al importante plus de motivación que representa el encontrarse en un equipo cuyo objetivo es el anillo de campeones.

También se ha referido Rivers a la incorporación de Marquis Daniels,  jugador que tendrá un notable protagonismo desde el banquillo. En un principio, podría ocupar cualquiera de las 3 posiciones exteriores, incluso llevando la dirección del equipo en los descansos de Rajon Rondo.

Eran otros tiempos... (Walter Iooss Jr./ NBAE/ Getty Images)

Eran otros tiempos... (Walter Iooss Jr./ NBAE/ Getty Images)

Pese a todo, quizás el punto más destacado de las declaraciones de Rivers se corresponde con el tema que ha sido vox populi durante todo el verano, ¿deben limitarse de forma drástica los minutos del trío estelar para que puedan llegar más descansados a la parte final de la temporada, teniendo en cuenta su veteranía? Rivers tiene clara la respuesta

Debes tener en cancha a tus titulares durante una cierta cantidad de minutos. Suele decirse que es genial si puedes limitarlos a 28 minutos por noche, pero eso puede ser horrible. Si nos fijamos en Michael Jordan, jamás bajaba de 37 minutos en cancha de media, y hay un motivo para eso: el ritmo. Tener menos minutos suena muy bien pero, si reservas en exceso a los jugadores, haces que pierdan el ritmo de juego.

Tanto el capitán del equipo, Paul Pierce, como su compañero Ray Allen ya habían dejado claro su rechazo a jugar menos minutos si eso podía traducirse en un menor número de victorias durante la temporada regular. El plan de Rivers consiste en utilizar a sus titulares entre 32 y 36 minutos por noche.

Quizás el entrenador que ha llevado más al extremo esta forma de pensar en la NBA actual sea Mike D’Antoni. Tanto en sus Suns como ahora en los Knicks, se usan además rotaciones cortas para mantener a todos los jugadores con ritmo en el partido.

Evidentemente, no hay recetas perfectas, y el riesgo de lesiones con un importante número de minutos es obvio, además de afectar de forma mucho más importante cualquier mínima lesión a la configuración de la plantilla, pues obliga a drásticos cambios en la rotación que siempre son complicados de adaptar.

¿Rotaciones cortas o rotaciones largas? ¿Reservar a las piezas claves o tener a los jugadores siempre involucrados en el juego? Quizás la respuesta no sea simple.

¿O sí?

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