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Chandler y Okafor: Un intercambio “con miga”

Robbin Barberan - 31/07/2009 15:00

71796738LM001_Bcats_HornetsEn la mayoría de los traspasos NBA, el repaso a las consideraciones económicas de las franquicias y a los contratos de los jugadores (ficha anual, tiempo de vinculación, cláusulas de salida o ampliación de contrato, bonus por objetivos, pagos extras por traspasos,…) ayudan a comprender de forma perfecta el movimiento de piezas, pero existen algunas ocasiones en que multiplican las incógnitas. En cierto modo, esto es lo que ha sucedido en el traspaso realizado por New Orleans Hornets y Charlotte Bobcats en el que Tyson Chandler y Emeka Okafor cambian de equipo.

Empecemos por el plano deportivo, puesto que las características de ambos jugadores están bien definidas.

Emeka Okafor llegó a los Bobcats a través del draft. No fueron pocos quienes pensaron que los Magic se habían equivocado al elegir a un pipiolo de nombre Dwight Howard en primera posición, y que el bueno era realmente Okafor. Qué lejos quedan esos tiempos.

Desde sus inicios en la NBA, Okafor dejó muestras de un enorme poderío defensivo, fruto en parte de un excepcional físico, pero que le jugó malas pasadas por su fragilidad. Las lesiones se cebaron con él, llegando a un punto en el que era considerado un jugador de riesgo al no saberse cuántos encuentros podría disputar. Todo ello ha quedado completamente olvidado en el último par de años, en los que ha disputado 163 de los 164 encuentros de su equipo, aunque su bagaje ofensivo no ha progresado en la medida esperada. Con facilidad para finalizar jugadas en la pintura, no ha desarrollado movimientos en el interior que le permitan aumentar su caudal de puntos, ni ha sido capaz de conseguir un fiable tiro a media distancia. En cierto modo, podemos decir que se ha estancado en la faceta ofensiva, conservando el brillo de su arsenal defensivo. En los Hornets, la presencia de Chris Paul debe ayudarle a conseguir más opciones anotación y tener una mayor importancia en ataque, pudiendo ser un excelente refuerzo para los de Byron Scott tras una temporada plagada de lesiones en el equipo, causa principal para no poder repetir su sensacional curso anterior. Tras la llegada de Chandler, también se han hecho con los servicios del joven Ike Diogu, hasta el momento sin mucha fortuna en su carrera NBA, y que intentará ser una mejora en las posiciones interiores de rotación, ya que Sean Marks, Hilton Armstrong o Melvin Ely constituían uno de los puntos débiles del equipo, por lo que en muchas situaciones de juego se veían obligados a utilizar cuatro exteriores para no perder demasiado potencial ofensivo.

Tyson Chandler inició su andadura en la NBA en las filas de los Baby Bulls posteriores a Jordan, defraudando por un pobre rendimiento y marchando hacia los Hornets para mostrar su mejor cara. Prácticamente sin ningún rango de tiro, la mayor parte de su anotación llega bajo canasta, en muchas ocasiones finalizando un alley-oop de Chris Paul tras el pick&roll o aprovechando bloqueos ciegos para acercarse al aro. En defensa, se ha establecido como uno de los principales intimidadores de la competición, no sólo por los tapones logrados, sino también por el número de tiros intimidados que obligan al atacante a rectificar su primera opción de lanzamiento.

Las dudas sobre su rendimiento llegan tras un curso pasado marcado por las lesiones, llegando incluso al punto de ser traspasado a los Thunder, pero sin pasar el examen médico en Oklahoma. Capaz de mediatizar el ataque estático del rival, las dudas sobre su nivel de juego son grandes, con el riesgo de perder toda la explosividad que hacía de él un jugador determinante en el plano defensivo.

En definitiva, nos encontramos con dos jugadores de notable carácter defensivo, ambos entre la élite de la liga en rebotes y tapones, quizás con un punto más de jugador determinante para Chandler. En ataque, ambos tienen limitaciones, aunque Okafor es capaz de anotar con mayor facilidad pese a no haber tenido hasta el momento a un base de brillo que le ayudase a mejorar sus números, mientras Chandler presenta notables dudas en torno a su estado físico, que podría alejarle de sus mejores momentos como jugador. En la mejor versión de ambos jugadores, incluso ambos equipos podrían salir ganando con el movimiento.

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El lío de verdad llega al intentar analizar los factores económicos del traspaso. Chandler tiene un sueldo ligeramente superior -12’5 millones de dólares esta temporada-, pero acaba su contrato en el 2011, incluso con la posibilidad de ser agente libre al finalizar el próximo curso. Okafor firmó el verano pasado una ampliación de contrato hasta el 2014, por un total aproximado de 72 millones de dólares.

Por lo tanto, el movimiento supone una reducción de gastos por parte de los Bobcats, y un incremento en lado de los Hornets. Tiene sentido en el caso de la franquicia de Carolina del Norte, inmersa en rumores de venta tras los malos resultados económicos de los últimos años, pero se hace más complicado entender lo sucedido en el caso del equipo de Lousiana, dado que en los últimos meses todo hacía indicar que entraban en un proceso de reducción de gastos. Sin ir más lejos, intentaron en febrero el traspaso del propio Chandler a cambio de jugadores de un perfil bajo, en último año de contrato (Joe Smith y Chris Wilcox) y de los derechos sobre una elección de segunda ronda (DeVon Hardin). Tras varios años siendo uno de los elementos más activos del mercado, desde el momento en que lograron la adquisición de Peja Stojakovic o Chandler, con la emergencia de David West y Paul, pasaron varias temporadas intentando reforzar el equipo agotando las excepciones salariales con los fichajes de James Posey o Morris Peterson en su momento.

Numerosos artículos relataban al finalizar la temporada las enormes pérdidas económicas del equipo y la necesidad de recortar gastos, algo que contrasta de forma rotunda con la adquisición de Okafor, que representa un refuerzo notable y el intento de volver a la élite de la conferencia oeste por parte de los Hornets, mientras los Bobcats se encuentran con una plantilla con numerosas limitaciones e incógnitas, con muchas dificultades para aparecer entre los clasificados para los playoffs en la conferencia este.

Aunque, como siempre, el tiempo dictará sentencia y nos dejará quién fue el triunfador o el perdedor en esta operación. Para eso, tendremos que esperar.

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2 comentarios en “Chandler y Okafor: Un intercambio “con miga””

  1. Ivan says:

    Refuerzo BUENISIMO para Hornets ya que son mi equipo, Chandler mejoro mucho con Paul y ahora estoy seguro que lo hara Okafor, volviendo a empezar en una temporada que intentaran que no haya ninguna lesion no sera dificil alcanzar las 56 victoris del otro año, creo y estoy segurísimo que veremos a Okafor promediar unos 16/18 puntos por noche y sus 10/11 rebotes.

    Paul: 22 pt/11 asis
    Peterson/8/10 pt
    Stojakovic:13/15 pt
    West: 22 pt
    Okafor: 16 pt/10 reb

    Creo que queda un quinteto inicial muy bueno mas o menos segun mi opinion.

  2. Hola Iván, gracias por participar en los comentarios. Ojalá Okafor pueda recuperar cierto nivel.
    saludos.

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