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El valiente Thibodeau

Robbin Barberan - 27/04/2011 09:03

Corría el tercer minuto del segundo tiempo, cuando las cosas parecían complicarse sobremanera para los Bulls. El mejor equipo de la temporada no había logrado imponer su presunta superioridad al octavo de la Conferencia Este en ninguno de los anteriores cuatro partidos y, parecía, la historia volvía a repetirse.

El partido había llegado al descanso con la escueta ventaja de ocho puntos para los locales, pero con tres de los integrantes de su quinteto titular arrastrando problemas de faltas: Carlos Boozer, Joakim Noah y Derrick Rose. Las sensaciones no eran buenas, Indiana apretaba y se mostraba sólido en los dos primeros cuartos; y así comenzaba también la segunda parte.

Hasta que, con sólo 2:57 minutos jugados en el tercer período, y un marcador de 48-59 para Bulls, Derrick Rose cometía su cuarta personal. Ahí cambiaría todo. Pero no de la manera que cabría esperar.

Rose era sustituido, para protegerlo así de una quinta y una sexta faltas, tal y como exige la regla no escrita que regula el número de personales con el que un entrenador debe sentar a sus jugadores importantes en cada cuarto. Los Pacers, acechando todo el partido, vieron la oportunidad de asestar una buena puñalada al marcador. En algo menos de tres minutos, un parcial de 9-2 ponía a los de Frank Vogel a cuatro puntos (57-61), y el United Center sabía que tocaba sufrir. Problemas de faltas en su estrella; enfrente, un equipo sólido y batallador; y muchos minutos por jugarse. Demasiados, debió pensar Thibodeau.

O, al menos, demasiados como para esperar y no arriesgar. Total, ¿para qué quieres a tu estrella en el banquillo si el partido se está decidiendo en esos momentos? ¿Para tenerlo disponible más adelante? Quizás más adelante ya sea tarde.

Así que, a 6:16 del final del tercer cuarto, con más de dieciocho minutos por jugarse, el entrenador del año llamó al mejor jugador de la temporada. Lo puso en pista y Chicago ganó la eliminatoria.

No sólo eso, sino que, además, pareció quitarse un buen lastre de encima. Aquél que había igualado hasta ese momento una eliminatoria entre dos equipos cuya temporada regular había sido tan dispar. Por fin, los Bulls jugaron como un número uno, avasallando a unos desbordados Pacers. Derrick Rose se impuso.

Anotó siete puntos consecutivos, y diez de los siguientes doce de los Bulls, con tres triples y un tiro libre que dejaron, tres minutos y medio después, el partido y la eliminatoria sentenciados. Y todo, porque Tom Thibodeau fue un valiente.

Etiquetas: chicago bulls, Derrick Rose, Tim Thibodeau

1 comentario en “El valiente Thibodeau”

1. Arthan says:

   27/04/2011 at 11:57

   Valiente Thibodeau y valiente Rose poniendo el gorrazo de la foto cuando está con problemas de faltas y el equipo no estaba funcionando sin él…

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