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De Bynum a Jackson, pasando por los ajustes ante la zona, ¿de verdad hay problemas en los Lakers?

Robbin Barberan - 27/05/2010 16:48

Ya se sabe que, a la hora de hacer un análisis, se olvida rápidamente lo anterior cuando los últimos partidos contradice lo sucedido anteriormente, pero tampoco debemos caer en el error de que todo en los Lakers “va como la seda”, tras varios apuntes del tercer y cuarto partidos que necesitarán un ajuste en el retorno a Los Angeles.

El tremendo poderío del juego interior angelino ha sido, probablemente, la principal causa de preocupación para sus rivales a lo largo de los Playoffs. El “han impuesto su envergadura y centímetros en la zona” salía como análisis postpartido en casi todo los encuentros vencidos por los Lakers.

Pau Gasol, una pesadilla en el Staples para los Suns (Noah Graham/NBAE via Getty Images)

Pau Gasol, una pesadilla en el Staples para los Suns (Noah Graham/NBAE via Getty Images)

Desde un Pau Gasol extraordinario, quizás en el mejor momento de su carrera, a un Lamar Odom que “tiene sus cosas” pero capaz de ser determinante, hasta los centímetros, los kilos y la potencia de Bynum, pese a unos problemas físicos que le llevan a cojear por la pista en algunos momentos. Tras la derrota en Arizona, los problemas han vuelto a ocupar los titulares, quizás en ocasiones de forma exagerada. Porque después de la actuación de ‘lucky’ Odom en el primer partido y el festival de Pau en el segundo, las cosas cambiaron durante los partidos en Arizona

Quizás la principal preocupación angelina sea el estado físico de Bynum, notablemente mermado en sus movimientos. La agresividad mostrada por Stoudemire en Phoenix ha sido todo un quebradero de cabeza para los de Jackson, principal clave de la diferencia en los tiros libres por su facilidad para encarar la canasta y sacar faltas de sus rivales, tras las críticas recibidas en los dos primeros partidos de la serie por su desaparición del juego, escasa incidencia y numerosos problemas en las asignaciones defensivas.

Sin duda, en el caso de que los problemas de Bynum vaya a más -o su aportación a menos- dejaría notables carencias en la pintura a los Lakers, en manos de Pau y Odom, casi sin más alternativas que el ajuste de Artest como “cuatro” ante los quintetos de Phoenix con Frye -o con un interior y cuatro exteriores, algo también usado en Phoenix- o la entrada en las rotaciones de Powell y Mbemga, con todo lo que eso significa en el potencial del equipo. Como punto negativo, el equipo sería más vulnerable a una mala racha de juego de Odom, capaz de combinar su aportación en el rebote y la anotación con rachas de mala lectura de juego ofensivo y excesivo protagonismo.

Enlazamos así con otro de los puntos que más comentarios ha generado: los ajustes defensivos de los Suns para reducir la aportación del juego interior de los Lakers. La escasa efectividad de su defensa individual, rota con suma facilidad en el Staples, obligaba a Gentry a modificar las asignaciones. En cierto modo, algo similar sucedió durante la temporada pasada, cuando los de Phoenix cerraban su defensa ante las situaciones de ventaja que se provocaban en las situaciones de bloqueo en el poste alto que provocaban desventajas para Shaq. En muchas de esas ocasiones, los Suns veían cómo el rival “masacraba” sus opciones desde el triple, algo que sucedía con mayor frecuencia en los partidos como visitantes, probablemente ayudado por no disponer del impulso de su público para lograr un plus de fuerza que permitiese mayor velocidad en los ajustes tras las ayudas.

Kobe Bryant, objetivo de la defensa de Phoenix (Andrew D. Bernstein/NBAE via Getty Images)

Sin embargo, los Lakers no han logrado superar esa defensa zonal en Arizona. O no con el éxito esperado. Pese a que sus números ofensivos no se ha reducido en gran medida (buenos promedios de anotación por posesión), sí que las medidas de Gentry han tenido varios puntos positivos para su equipo: el ataque de los Lakers pasaba en gran medida por las manos de un Bryant excelente y los menos brillantes Artest, Odom y Fisher, logrando un ataque que se centraba más en las aportaciones individuales y “desactivando” en cierto modo la aportación de un Pau con mucho menor protagonismo. Podría decirse que nos encontrábamos así ante dos caras radicalmente diferentes, puesto que por un lado en Phoenix se mantenía la constante que ha sido una seña de identidad durante los últimos años, “tener a todos los jugadores involucrados en ataque”, mientras en su rival llegaba a parecer por momentos que cada uno “hacía la guerra por su cuenta”, y ambos son equipos en los que las aportaciones ofensivas se traducen muchas veces en mejor rendimiento defensivo.

Han sido muchas las situaciones de triples cómodos de las que han dispuesto los Lakers, que también lograban encontrar buenas posiciones de tiro. Sin duda, una racha de aciertos obligaría a modificar el sistema defensivo de los Suns y volver a facilitar las situaciones de bloqueos y continuaciones en las que Pau se ha mostrado como una fuerza dominante.

Hace un año, el ahora en Houston Trevor Ariza lograba un porcentaje del 50% desde el triple durante los Playoffs, y los Lakers necesitan esa racha de tiro puntual como apoyo a la ofensiva de Bryant. En manos de los Fisher, Artest o incluso Farmar (hasta sus últimos errores, era junto a Jason Richardson el único jugador que en Playoffs estaba logrando al menos un triple por partido con porcentajes superiores al 45%) está el poder desactivar a los Suns, que han decidido dejar mayor protagonismo a Odom, asumiendo el riesgo.

Tampoco es que el uso de las zonas hay sido una especial novedad en la liga, usadas con frecuencia durante los últimos años desde el cambio de las reglas. Quizás los Wolves de Saunders fueron el equipo que con una mayor frecuencia lo usaba como recurso, aunque la regla de los 3 segundos defensivos obligue a una constante movilidad de los interiores que no siempre resulta sencillo de ajustar.

Otro de los temas que más comentarios han suscitado alrededor de los Lakers es la situación de Phil Jackson, que sigue sin renovar su contrato y es fuente de rumores sin fin, desde Chicago a los Nets pasando casi por el Obradoiro. La elevada cuantía de su ficha es difícil que se mantenga, aunque lo más probable es que su futuro dependa del desarrollo de los Playoffs. Una hipotética derrota ante Phoenix haría difícil su continuidad, pero un nuevo triunfo en las finales haría casi inimaginable su marcha.

Pese a las dos derrotas recientes, nada hay que indique hasta el momento un especial motivo de preocupación para los Lakers. Su balance en quintos partidos de la serie durante los últimos años es demoledor: han vencido los últimos 8, la mayoría por un amplio margen, y tienen un registro de 18-0 en la historia de la franquicia cuando la serie llega empatada a 2.

¿Qué cara de ambos equipos veremos esta noche? Volverá el dominio angelino en el Staples o continuarán los Suns creciendo en su juego y mostrando la confianza de los choques anteriores? La solución, en unas horas

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1 comentario en “De Bynum a Jackson, pasando por los ajustes ante la zona, ¿de verdad hay problemas en los Lakers?”

  1. Sería interesante ver a Phil Jackson entrenando al Obradoiro :P

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